Blog

Jun 22, 2023

Columna: Rio Tinto cuenta el costo de producir aluminio verde

[1/2]El logotipo de Rio Tinto se muestra sobre el stand del grupo minero global en la conferencia anual de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC) en Toronto, Ontario, Canadá, el 7 de marzo de 2023.

[1/2]El logotipo de Rio Tinto se muestra sobre el stand del grupo minero global en la conferencia anual de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC) en Toronto, Ontario, Canadá, el 7 de marzo de 2023. REUTERS/Chris Helgren/Foto de archivo Adquirir licencia Derechos

LONDRES, 3 ago (Reuters) - Rio Tinto (RIO.L) está descubriendo lo difícil que es producir aluminio con bajas emisiones de carbono.

La compañía registró un cargo por deterioro de 1.175 millones de dólares contra sus dos refinerías de alúmina australianas en sus resultados del segundo trimestre.

Esto se debe en parte a lo que Rio Tinto llamó "condiciones de mercado desafiantes" para la alúmina, que se refina a partir de bauxita y luego se introduce en una fundición para su conversión en metal.

Pero también se debe al coste de descarbonizar dos de los mayores emisores de gases de efecto invernadero de la empresa.

El costo a corto plazo viene en forma del nuevo impuesto australiano al carbono que grava a los grandes operadores industriales.

El problema a largo plazo es la dependencia de las refinerías de alúmina y las fundiciones de aluminio de Río de una red eléctrica nacional impulsada en gran medida por el carbón y el gas.

Ésta es la paradoja del aluminio. Un metal que es fundamental para la transición a la energía verde tiene una gran huella de carbono: el sector representa alrededor del 2% de todas las emisiones provocadas por el hombre cada año.

Rio Tinto ha admitido que es poco probable que cumpla su objetivo del 15% de reducir las emisiones del grupo para 2025 sin comprar créditos de carbono, aunque sigue comprometido con su objetivo de reducir las emisiones a la mitad para 2030.

El mayor dolor de cabeza en materia de carbono de la compañía es su negocio de aluminio, que el año pasado representó 21,1 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono de un total del grupo de 30,3 millones de toneladas métricas.

La red de fundición canadiense de Rio obtiene energía del sistema hidroeléctrico de Quebec, lo que significa que sus operaciones en el Atlántico generaron 4,8 millones de toneladas métricas de carbono equivalente el año pasado, la mitad de la cantidad producida por sus operaciones en el Pacífico, según el informe de sostenibilidad de 2022 de Rio.

Las dos refinerías de la región del Pacífico, Queensland Aluminium (QAL) y Yarwun, con una producción combinada de alúmina el año pasado de 6,4 millones de toneladas métricas, son responsables de la mitad de las emisiones directas de Alcance 1 de Río en Australia.

Junto con las tres fundiciones de la compañía que consumen mucha energía, las operaciones australianas representan alrededor de la mitad de las emisiones directas y de Alcance 2 del grupo, que incluyen la huella de carbono de la energía utilizada en el proceso de producción de aluminio.

El cargo por deterioro de Rio, que asciende a 828 millones de dólares después de impuestos, comprende una amortización completa de la refinería de Yarwun y un deterioro de 227 millones de dólares de la planta QAL.

La empresa está evaluando un importante proyecto de inversión de capital en QAL destinado a aumentar la eficiencia y reducir las emisiones. Si el proyecto de la llamada "doble digestión" no sigue adelante, la operación también quedará totalmente amortizada, afirmó Rio.

El desencadenante de la amortización es el Mecanismo de Salvaguardia revisado del gobierno australiano, que entró en vigor en julio. Establece límites de carbono para algunos de los mayores emisores del país, obligándolos a pagar compensaciones de carbono si superan el umbral superior.

Eso impone costos adicionales a un negocio en el que "en realidad no estamos ganando dinero", dijo el director ejecutivo de Rio Tinto, Jakob Stausholm, a los analistas en la conferencia telefónica sobre los resultados trimestrales de la compañía.

La base para calcular los límites de carbono disminuirá un 4,9% cada año hasta 2030, lo que el gobierno espera que dé tiempo a las empresas para descarbonizar sus operaciones.

Rio obtuvo algunas concesiones del gobierno basándose en que sus activos de aluminio son una parte estratégica del perfil industrial del país, pero sus dos refinerías aún no han escapado al impacto financiero negativo.

Además de considerar una mejora en QAL, Rio se ha asociado con la japonesa Sumitomo Corp en un proyecto para utilizar hidrógeno en lugar de gas natural en Yarwun.

La planta piloto producirá alrededor de 6.000 toneladas métricas de alúmina por año y reducirá las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 3.000 toneladas métricas por año.

Sin embargo, esto es tecnología experimental y no proporciona una solución inmediata al problema mayor de descarbonizar la red de Australia.

Las seis refinerías de alúmina del país dependían en un 93% de la energía del carbón o del gas en 2021, según el Instituto Internacional del Aluminio.

Las tres fundiciones de Río y la planta de Portland, propiedad mayoritaria del productor estadounidense Alcoa (AA.N), están igualmente vinculadas a la energía basada en combustibles fósiles.

La escala de convertir la red existente a energía renovable es desalentadora.

Cambiar las operaciones de Río a energía eólica o solar significaría construir un parque de energía renovable 12 veces más grande que cualquier cosa construida hasta ahora en Australia, según Stausholm.

"Así que no es algo que se resuelve de un día para otro", dijo a los analistas.

Rio está siguiendo múltiples caminos hacia un aluminio más ecológico en sus operaciones en América del Norte.

Se ha asociado con Alcoa para producir aluminio utilizando tecnología de cátodo inerte, lo que reducirá las emisiones de Alcance 1 en el proceso de fundición.

La construcción de las primeras celdas prototipo a escala comercial comenzó en la fundición Alma de la compañía en Canadá y las operaciones comenzarán este año.

La capacidad de la fundición AP60 con bajas emisiones de carbono, también en Quebec, se ampliará en 160.000 toneladas métricas por año y se espera que entre en funcionamiento en 2026.

Rio está invirtiendo mucho en aluminio reciclado, que puede refundirse utilizando sólo el 5% de la energía necesaria para producir metal virgen.

La empresa acaba de anunciar una empresa conjunta con el Grupo Giampaolo, uno de los mayores operadores de aluminio secundario de América del Norte, con capacidad para producir 900.000 toneladas métricas al año de metal reciclado.

Pero sus operaciones australianas seguirán siendo un freno importante en el viaje de la empresa hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.

Rio considera que el negocio es "crítico" para su cartera más amplia, según Peter Cunningham, director financiero de la empresa.

También es fundamental para Australia, no sólo por su tamaño sino porque, como señaló Stausholm, es "un negocio que puede financiar una gran cantidad de energía renovable".

"Pero si no podemos conseguir energía renovable firme a un precio competitivo, nos será imposible fabricar y exportar aluminio fuera de Australia", advirtió.

La situación de Río resume claramente la paradoja energética que enfrentan los productores de aluminio en todas partes. Ser ecológico necesita energía verde y no hay suficiente en este momento.

Las opiniones expresadas aquí son las del autor, columnista de Reuters.

Editado por Jan Harvey

Nuestros estándares: los principios de confianza de Thomson Reuters.

Thomson Reuters

Columnista senior de metales que anteriormente cubrió los mercados de metales industriales para Metals Week y fue editor de materias primas de EMEA en Knight-Ridder (posteriormente Bridge). Fundó Metals Insider en 2003 y lo vendió a Thomson Reuters en 2008. Es autor de 'Siberian Dreams' (2006) sobre el Ártico ruso.

El tifón Saola comenzó a azotar el extremo sur de Taiwán el miércoles trayendo fuertes lluvias y vientos que provocaron algunas interrupciones en los viajes, aunque no se espera que toque tierra directamente.